Es el tema que han debatido diversas organizaciones y medios de comunicación últimamente. Todos tienen su postura, al igual que nosotros, de que seria lo mejor para la vida de Pascuala. Incluso algunos medios han divulgado el rumor de que Pascuala esta más que lista para ser devuelta al océano. Algunas organizaciones atacan con el argumento de un supuesto secuestro y trafico. Autoridades ambientalistas del país aseguran que aquí están todos los recursos necesarios para su rehabilitación y que la intervención de organizaciones americanas no es, en lo absoluto, necesaria. Y es así como el futuro de Pascuala sigue incierto.
No pretendo formar (en ustedes) un criterio o postura específica, si no, informar como esta la situación y de todas las posibles consecuencias que cada decisión puede llevar.
En un principio se hablaba de trasladar a la pequeña orca hasta Estados Unidos donde tuviera el espacio y equipo necesario para su recuperación. Pero, apegándonos a la ley (ambientalista mexicana), no es posible ya que seria calificado como trafico de especies. Por lo tanto Pascuala se queda en el País, hasta el momento, en las instalaciones de Dolphin Adventure donde puede tener todos los cuidados que necesita hasta su completa rehabilitación.
Es por eso que al terminar su rehabilitación debe ser regresada a su hábitat natural, es lo que organizaciones demandan pero debemos analizar mas detenidamente lo que esto implica. La imagen materna que Pascuala tiene (y de la que es dependiente) es el “humano”. El espacio que concibe como su mundo es el estanque donde se recupera. Devolverla al océano, en un futuro cercano, seria homicidio; incluso al año de vida, porque debido a las condiciones en las que esta viviendo es muy difícil desarrollar sus instintos naturales como son: la caza, jerarquías sociales y comunicación con los de su especie.
Es más que obvio que su familia ya no se encuentra en aguas nacionales, así como las ballenas, varias familias de orcas bajan hasta estas aguas relativamente calidas durante el invierno y retornan hacia el norte donde permanecen la mayor parte del año.
Re-incorporarla a una familia es altamente arriesgado. La familia de orcas puede considerar a Pascuala como un intruso o amenaza. También existe la posibilidad de ser aceptada pero al ser un miembro “débil” (por la intervención del humano) puede ser rezagada fácilmente. O simplemente Pascuala no reconocería a otras orcas como un ente familiar y se inclinaría por el contacto humano.
El tema de Pascuala y su destino es muy delicado, se esta tratando de hacer lo mejor y mas adecuado que se puede. Antes de levantar testimonios y argumentos hay que analizar las circunstancias y si algunos desean libertad para esta Orca, estadía en México… hay que ayudar y no solo atacar con lo que se cree esta bien o esta mal.
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